Mi primera media maratón

Este año el invierno ha tardado en venir, pero cuando ha llegado lo ha hecho con todas las de la ley. Yo hubiese preferido que se hubiese esperado una semana más, pero no ha habido manera, ha dicho que ya era hora. Así que ayer a las 7:30 de la mañana al despertarme y mirar por la ventana en Almería dije, "perfecto, no llueve" pero al asomarme a la ventana a comprobar la temperatura noté mis pelos moverse al son de ese amado elemento, el VIENTO. Y si en la parte alta de Almería soplaba así, en la playa ibamos a disfrutar de lo lindo. Y así fué.
A las 9:00 estábamos en la puerta del estadio mi padre y yo dispuestos a correr y nuestras más fieles animadoras, mi madre y mi novia. Allí nos dejaron calentando y preparándonos para salir con todo el ambiente que hay en esos momentos y los nervios a flor de piel. Antes de darnos cuenta estábamos en la línea de salida y "BOOM", todos a correr. A los veinte metros una muchacha en el suelo y una avalancha pasando sobre ella y a partir de ahí todo más tranquilo, empezamos a correr y aunque al principio las piernas iban como un flan debido a los nervios, poco a poco van cogiendo el ritmo y se siente uno hasta a gusto. Vamos pasando por los primeros kilómetros y llevamos muy buen ritmo, por debajo de los cinco minutos el kilómetro, menos de lo que esperábamos, pero sin confiarnos vamos controlando. Subimos la rambla por primera vez y esto esta chupado. Al final están nuestras animadoras, para dar una inyección de moral. Bajamos y llega la parte mala, porque aunque tenemos bastantes kilómetros de llano, el viento sopla fuerte y en rachas. Nos vamos cruzabdo con los de cabeza, !!!Como corren¡¡¡, así quiero ser yo de mayor. Y sobre el kilómetro 11 o 12 otra vez Rambla para arriba. Ya no está tan chupada pero todo tiene su final. Otra vez a correr junto a la playa y cada vez queda menos, pero las piernas ya no son las de hace una hora y los gemelos empiezan a manifestar su desacuerdo con lo que estamos haciendo. Es en estos momentos cuando la cabeza tiene que ser fuerte y convencernos de que ya queda muy poco. Lo peor son los últimos tres kilómetros, donde el viento es muy fuerte y más de uno iba sufiendo más de la cuenta.
Por fin llegamos al estadio, y tras dar una vuelta completa llegamos a la meta. 1h41'27". He acabado mi primera media maratón y lo he hecho junto a mi padre. Estoy muy cansado pero muy contento y orgulloso. De vuelta a Granada voy sintiendo una sensacion de bienestar y de querer correr más, aunque hoy ha desaparecido solo en parte debido a las agujetas. Pero ya tengo ganas de empezar con el circuito de fondo de la Diputación de Granada.
Sí, esto me gusta y me siento muy bien.
Papá, gracias por llevarme por estos caminos.